viernes, 10 de diciembre de 2010

Ansiedad

   Hoy iba a hablar de motos, pero entre el frio y las cosas que me han sucedido creo que es mejor que me decante por escribir sobre la...
   Ansiedad (del lat. anxietas, -atis). A., Angstgefühl; F., Anxiété; In., Anxietas; P., Ansiedade. Angustia e intranquilidad que acompaña a las enfermedades agudas, en particular con sensación de constricción precordial, y que impide el sosiego de los enfermos. Los términos Angustia, Disforia se consideran, a veces, equivalentes.
   El análisis de la definición ya nos da mucha información. Para empezar que término tan bonito, para un proceso tan desestabilizador para muchas personas. Me gusta más en francés, por su rotundidad, o en portugués, por su suavidad, ¡que bien suena..!. Se me vienen a la cabeza incluso canciones de toda la vida. Aunque el diccionario terminológico lo relaciona con enfermedades, el mundo moderno lo ha asumido como propio de nuestro tiempo en muchos otros ordenes de la vida, como el enamoramiento que canta el bolero, el estres (otra palabreja), las preocupaciones laborales, etc.
   Es distinto a "el ansia", que en algunas regiones se refiere más a nausea, o a un apetito desordenado, "tiene ansia", no siempre de comida.
   Nuestro idioma es muy rico y con muchas acepciones para cada término; por tener, incluso, puede una misma palabra, ser masculina o femenina, según lo que queramos acentuar: "el mar", "la mar", y así hasta el infinito... y más allá.
   Como ya ha pasado este Puente festivo podemos hablar sin ansiedad de lo que nos ha preocupado en estos días: El control aereo, la escasez de Pediatras, el deterioro de la atención que todos prestamos a nuestros pacientes (de paciencia) sea en la asistencia pública o privada. Pediatras incombustibles están planteandose abandonar, porque tienen esa posibilidad, otros aguantan porque no les queda más remedio, "es lo que hay". Yo aún tengo esperanza en que esto tiene arreglo, pero... ¿cuando?.
   La espera se hace dura a este lado de la mesa, pero no se puede renunciar, porque al otro lado es más duro en muchas ocasiones. Diagnósticos crueles nos ponen a todos en nuestro sitio; al enfermo, implicando toda su vitalidad personal y la de su red de protección, la familia y amigos, y a nosotros en nuestro papel de siempre: Curar si podemos y sabemos, casi siempre aliviando, y al menos consolando. No debemos olvidar que cualquier día pasaremos al otro lado de la mesa y agradeceremos una atención como la que debemos prestar
   La atención primaria tiene la suerte de estar en la primera linea de batalla. Por supuesto no digo que la atención hospitalaria o especializada no cumpla con su labor, crítica muchas veces para la salud de las personas, si no que nosotros tenemos la oportunidad de seguir el proceso muy de cerca y, si queremos, con una gran implicación personal. Yo no siempre lo he logrado.
   Parece que me he alejado del título, pero no es así. Para demostrarlo os presento la Oración de Maimonides, que en el siglo XII, en Cordoba, su ciudad, escribió con tanta ciencia como cariño por las personas.

LA ORACION DE MAIMONIDES

 Oración diaria de un médico antes de salir a visitar a sus enfermos.

Dios Todopoderoso. Tú has creado el cuerpo humano con infinita sabiduría. Tú has combinado en él diez mil veces, diez mil órganos, que actúan sin cesar y armoniosamente para preservar el todo en su belleza: el cuerpo que es envoltura del alma inmortal. Trabajan continuamente en perfecto orden, acuerdo y dependencia.
Sin embargo cuando la fragilidad de la materia o las pasiones desbocadas del alma trastornan ese orden o quiebran esa armonía, entonces unas fuerzas chocan con otras y el cuerpo se desintegra en el polvo original del cual proviene. Tú envías al hombre la enfermedad como benéfico mensajero que anuncia el peligro que se acerca y le urges a que lo evite.
Tú has bendecido la  tierra, las montañas y las aguas con sustancias curativas, que permiten a tus criaturas aliviar sus sufrimientos y curar sus enfermedades. Tú has dotado al hombre de sabiduría para aliviar el dolor de su hermano, para diagnosticar sus enfermedades, para extraer las sustancias curativas, para descubrir sus efectos y para prepararlas y aplicarlas como mejor convenga en cada enfermedad.
En Tú eterna Providencia, Tú me has elegido para velar sobre la vida y la salud de Tus criaturas. Estoy ahora preparado para dedicarme a los deberes de mi profesión. Apóyame, Dios Todopoderoso, en este gran trabajo para que haga bien a los hombres, pues sin Tu ayuda nada de lo que haga tendrá éxito. 
Inspírame un gran amor a mi arte y a Tus criaturas. No permitas que la sed de ganancias o que la ambición de renombre y admiración echen a perder mi trabajo. Pues son enemigos de la verdad y del amor a la humanidad y pueden desviarme del noble deber de atender al bienestar de Tus criaturas.
Da vigor a mi cuerpo y a mi espíritu, a fin de que estén siempre dispuestos a ayudar con buen ánimo al pobre y al rico, al bueno y al malo, al enemigo igual que al enemigo. Haz que en el que sufre yo vea siempre a un ser humano.
Ilumina mi mente para que reconozca lo que se presenta a mis ojos y para que sepa discernir lo que esta ausente y escondido. Que no deje de ver lo que es visible, pero no permitas que me arrogue el poder de inventar lo que no existe; pues los límites del arte de preservar la vida y la salud de Tus criaturas son tenues e indefinidos.
No permitas que me distraiga: que ningún pensamiento extraño desvíe mi atención cuando esté a la cabecera del enfermo o perturbe mi mente en su silenciosa deliberación, pues son grandes y complicadas las reflexiones que se necesitan para no dañar a Tus criaturas.
Que los que son más sabios quieran ayudarme y me instruyan. Haz que de corazón les agradezca su guía, porque es muy extenso nuestro arte.
Que sean los insensatos y locos quienes me censuren. Que el amor de la profesión me fortalezca frente a ellos. Que yo permanezca firme y que no me importe ni su edad, su reputación o su honor; porque si me rindiera a sus críticas podría dañar a Tus criaturas.
Llena mi alma de delicadeza y serenidad si algún colega de más años, orgulloso de su mayor experiencia, quiere desplazarme, me desprecia o se niega a enseñarme. Que eso no me haga un resentido, porque saben cosas que yo ignoro. Que no me apene su arrogancia. Porque aunque son ancianos, la edad avanzada no es dueña de las pasiones. Yo espero alcanzar la vejez en esta tierra y vivir en Tu presencia, Señor Todopoderoso.
Haz que sea modesto en todo excepto en el deseo de conocer el arte de mi profesión. No permitas que me engañe el pensamiento de que ya sé bastante. Por el contrario, concédeme la fuerza, la alegría y la ambición de saber más cada día. Pues el arte es inacabable y la mente del hombre siempre puede crecer. 
En Tu eterna Providencia, Tú me has elegido para velar sobre la vida y la salud de Tus criaturas. Estoy ahora preparado para dedicarme a los deberes de mi profesión. Ayúdame, Dios Todopoderoso, en este gran trabajo para que haga bien a los hombres, pues sin tu auxilio nada de lo que haga tendrá éxito.


Moshé Ben Maimón,
Maimónides, El Sefardí

sábado, 20 de noviembre de 2010

Herencia

   Hoy voy a hablar de la herencia, que todos comprendemos que debe ser un concepto muy importante. Alguna vez da alguna alegría, pero casi siempre a todos nos recuerda otras cosas: La pelea que tuviste con tu hermano por el jarrón de tus padres (que decían que era chino de verdad, no de Taiwan), la deuda sin pagar que tu hermana te quería endosar, ese cascajo de coche, del año de la pera, que despreciaste y por el que tu sobrino ha obtenido 120.000€ porque lo vendió como un ¡clásico!....
   Herencia: del lat haerentia. A., heredität; F., héréditét; In., heredity; It., ereditarietà; P., herança. Fenómeno biológico por el cual los ascendientes transmiten a los descendientes cualidades normales o patológicas. // Anfígona: Herencia de las cualidades de ambos padres. //Atávica: Herencia de caracteres de los antepasados remotos. //Diándrica, digínica: La que se transmite por línea masculina o femenina, respectivamente. //Heteróloga, heterónoma o disimilar: Herencia morbosa que en los hijos se manifiesta de modo distinto que en los padres. //Mosaica o en mosaico: Herencia en la que la influencia paterna predomina en un sentido y la materna en otro.//De terreno: Predisposición.
   Para un motero una herencia puede ser maravillosa porque si es buena y bonita la moto disfrutará por muchos años. A veces es un "hierro" lo que heredas y ahí vienen las complicaciones. ¿Como esta el motor?, ¿frena?, ¿es grave el "clonk" que se oye en la transmisión? ¿tendrá arreglo económico el "bollo" que tiene en el depósito? ¿QUE ME DIRÁ MI MUJER...? ¡Ay!. Ya..., si..., ya..., si..., si..., si..., bueno..., está bien.
   Un pediatra debe considerar los aspectos hereditarios en muchas enfermedades. Nosotros tambien nos miramos en el espejo de nuestros padres. Yo, poco a poco, voy adquiriendo las enfermedades que padeció mi padre y en menor medida las de mi madre (mosaico, diándrica, digínica). Espero no padecer la de mis antepasados más remotos (atavismo) que tuvieron enfermedades más importantes y más precozmente. Espero, por tanto, mejorar un poco la especie. Tambien he tenido cosas que no han tenido nunca mis padres u otros antepasados (disimilar). Espero que se me haya pegado algo de la belleza interior y exterior de mis padres (anfígona) y poco de sus defectos. Todos notamos que tenemos ciertas predisposiciones (terreno) que nos critica nuestra pareja (¡eres como tu padreeeee...!).
   De todas formas no somos culpables de nada. Transmitimos a nuestros hijos unas características u otras, pero no somos como los guisantes o las moscas de la fruta, podemos cambiar nuestro futuro gracias a la educación y a nuestro esfuerzo, superando nuestras rémoras. Si salimos "mala gente" no será por culpa de lo que heredamos solamente si no por nuestra propia iniciativa. Es muy socorrido echarle la culpa al ambiente o a la genética, pero el hombre puede cambiar su destino sea cual fuere el que estuviera programado y todos tenemos experiencia de ello.
   Por contra, hay enfermedades de base genética que predeterminan una serie de características muy diferenciales, muy condicionantes. El ejemplo que a todos se nos ocurre es el Síndrome de Down y aún así el futuro ha cambiado cuando las cosas se hacen bien. Ya tengo suficientes años para haber pasado de la consideración fatalista de hace unas decadas (nada se puede hacer, es así, que desgracia,...) a la actual mucho más luchadora, con unos resultados espectaculares: Mayor esperanza de vida, mayor calidad de vida, integración social, educativa, laboral, etc. ¿A quien se debe el progreso? fundamentalmente a los padres que se han asociado y han peleado por sus "herencias". Asociaciones de Padres con mucho mérito.
   Un cariño especial le tengo a la Asociación de niños con el Síndrome de Cornelia de Lange, gracias a Guillermo, ya un bigardo de 17 años, que ha superado uno y mil obstaculos gracias a sus padres, Amelia y Javier, y en menor medida a los múltiples médicos que ha necesitado desde el nacimiento, entre los que me encuentro. Es un futuro duramente luchado, pero con muchas recompensas.
   No tenía sueño esta mañana y por eso me estoy alargando, pero ya corto con un texto de Leopoldo Abadía que me ha mandado ayer noche una amiga y Pediatra y que es lo que me ha impulsado a hablar de la herencia. Disfrutadlo.

Leopoldo Abadía (Zaragoza, 1933) es un profesor y escritor español conocido por su análisis de la crisis económica actual
Leopoldo Abadía (autor de " La crisis Ninja ") dice en su artículo: 
Me escribe un amigo diciendo que está muy preocupado por el futuro de sus nietos. Que no sabe qué hacer: si dejarles herencia para que estudien o gastarse el dinero con su mujer y que "Dios les coja confesados".
Lo de que Dios les coja confesados es un buen deseo, pero me parece que no tiene que ver con su preocupación. En muchas de mis conferencias, se levantaba una señora (esto es pregunta de señoras) y decía esa frase que me a mí me hace tanta gracia: "qué mundo les vamos a dejar a nuestros hijos?" Ahora, como me ven mayor y ven que mis hijos ya están crecidos y que se manejan bien por el mundo, me suelen decir "qué mundo les vamos a dejar a nuestros nietos?" Yo suelo tener una contestación, de la que cada vez estoy más convencido:
"y a mí, qué me importa?!"
Quizá suena un poco mal, pero es que, realmente, me importa muy poco.
Yo era hijo único. Ahora, cuando me reuno con los otros 64 miembros de mi familia directa, pienso lo que dirían mis padres, si me vieran, porque de 1 a 65 hay mucha gente. Por lo menos, 64.
Mis padres fueron un modelo para mí. Se preocuparon mucho por mis cosas, me animaron a estudiar fuera de casa (cosa fundamental, de la que hablaré otro día, que te ayuda a quitarte la boina y a descubrir que hay otros mundos fuera de tu pueblo, de tu calle y de tu piso), se volcaron para que fuera feliz. Y me exigieron mucho. Pero qué mundo me dejaron? Pues mirad, me dejaron:
1. La guerra civil española
2. La segunda guerra mundial
3. Las dos bombas atómicas
4. Corea
5. Vietnam
6. Los Balcanes
7. Afganistán
8. Irak
9. Internet
10. La globalización

Y no sigo, porque ésta es la lista que me ha salido de un tirón, sin pensar. Si pienso un poco, escribo un libro. Vosotros creéis que mis padres pensaban en el mundo que me iban a dejar? Si no se lo podían imaginar!
Lo que sí hicieron fue algo que nunca les agradeceré bastante: intentar darme una muy buena formación. Si no la adquirí, fue culpa mía. Eso es lo que yo quiero dejar a mis hijos, porque si me pongo a pensar en lo que va a pasar en el futuro, me entrará la depre y además, no servirá para nada, porque no les ayudaré en lo más mínimo. A mí me gustaría que mis hijos y los hijos de ese señor que me ha escrito y los tuyos y los de los demás, fuesen gente responsable, sana, de mirada limpia, honrados, no murmuradores, sinceros, leales. Lo que por ahí se llama "buena gente". Porque si son buena gente harán un mundo bueno. Por tanto, menos preocuparse por los hijos y más darles una buena formación:
que sepan distinguir el bien del mal,
que no digan que todo vale,
que piensen en los demás,
que sean generosos. . . .

En estos puntos suspensivos podéis poner todas las cosas buenas que se os ocurran. 
Al acabar una conferencia la semana pasada, se me acercó una señora joven con dos hijos pequeños. Como también aquel día me habían preguntado lo del mundo que les vamos a dejar a nuestros hijos, ella me dijo que le preocupaba mucho qué hijos íbamos a dejar a este mundo. A la señora joven le sobraba sabiduría, y me hizo pensar. Y volví a darme cuenta de la importancia de los padres. Porque es fácil eso de pensar en el mundo, en el futuro, en lo mal que está todo, pero mientras los padres no se den cuenta de que los hijos son cosa suya y de que si salen bien, la responsabilidad es un 97% suya y si salen mal, también, no arreglaremos las cosas.  Y el Gobierno y las Autonomías se agotarán haciendo Planes de Educación, quitando la asignatura de Filosofía y volviéndola a poner, añadiendo la asignatura de Historia de mi pueblo (por aquello de pensar en grande) o quitándola, diciendo que hay que saber inglés y todas estas cosas.
 Pero lo fundamental es lo otro: los padres. Ya sé que todos tienen mucho trabajo, que las cosas ya no son como antes, que el padre y la madre llegan cansados a casa,
que mientras llegan, los hijos ven la tele basura, que lo de la libertad es lo que se lleva, que la autoridad de los padres es cosa del siglo pasado. Lo sé todo. TODO. Pero no vaya a ser que como lo sabemos todo, no hagamos NADA. 

Leopoldo Abadía
P. D .:
1. No he hablado de los nietos, porque para eso tienen a sus padres.
2. Yo, con mis nietos, a merendar y a decir tonterías y a reírnos, y a contarles las notas que sacaba su padre cuando era pequeño.
3. Y así, además de divertirme, quizá también ayudo a formarles.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Se acerca Enero de 2011...

La frontera está cerca. Todos los que desean que en los lugares públicos no se fume, están de enhorabuena. Por ahora siguen los fumandores disfrutando del placer que se va a prohibir. Quizás esto lo haga aún más apetecible. Lo que se prohibe tiene muy buena prensa en determinados círculos. En el futuro será un rito iniciático al que solo estarás invitado si eres de confianza del "grupeto". Los que gorronean un cigarrillo (a la salida del instituto, en las puertas de entrada de las empresas, etc.) van a sufrir, ¿quien les dará su dosis de tabaco? A alguno veremos cultivar la planta del tabaco en el ático..... Para ejemplo el que nosotros dabamos no hace tanto. El que esté libre de pecado....
 "http://www.youtube.com/v/zEIkQSFRZ4A?fs=1&hl=es_ES"

sábado, 23 de octubre de 2010

Muerte

   Se acerca el Día de todos los Santos y para muchas personas esto despierta fuertes sentimientos. A veces es por el fallecimiento reciente de un ser querido, otras es rememorar vivencias del pasado lejano. Casi nunca se vive este momento con alegría por que la añoranza tiene un elemento negativo fundamental: Ya no está.
   Muerte (del lat. mors, mortis). Al., Tod; Fr., Mort; Ing., Death; Ital. y Port., Morte. Extinción, término de la vida. AccidentalMuerte que llega antes del término natural de la vida, por enfermedad o violencia exteriorNatural: La que resulta del debilitamiento progresivo de todas las funciones vitales. Negra: Antigua denominación de una peste del siglo XIISúbita: La que sobreviene repentinamente en estado de salud o enfermedad de un modo imprevisto. Violenta: Muerte accidental por violencia exterior, especialmente a mano airada.
   Cuando eres niño o joven no tienes conciencia clara de la posibilidad de la muerte de otro o de uno mismo. Parece mentira porque tenemos la muerte hasta en la sopa. La televisión, las películas, nos han insensibilizado permitiendo ver el acto de la muerte (de otro) como una escena cinematográfica, es decir, no real. Además, hemos alejado la muerte de nosotros. Antiguamente la muerte era un acto más de la vida de todos, desde niños. Las personas se morían más jovenes, se morían en su cama, en su casa y el velar el cadaver era una experiencia habitual incluso para los pequeños. Por una parte más natural, más real, por otra parte, más cercana. Ahora fallecemos en los hospitales y nos sacan por la puerta trasera, fuera de la vista de todos y sobre todo de los niños, que no participan de estas experiencias, además que al vivir más años es más difícil que un niño o joven lo viva de primera mano.
   El progreso de la medicina pediátrica ha ido bajando las tasas de mortalidad infantil, acercandose al cero absoluto. La muerte de un niño, como fracaso, es inconcebible. Todos esperamos de la medicina el remedio, incluso contra la muerte. Pero lo real es muy distinto. Todos vamos a morir o a estar en contacto con la muerte, ya que es parte constitutiva de la vida.  Lo difícil es aceptarlo y "vivirlo" bien.
   En el caso de los niños, insisto, la aceptación es más difícil porque no se puede asumir como normal lo que va contra la naturaleza que es que los padres mueran antes que los hijos.
   Ante un hecho tan impactante la familia cambia, como defensa. Al fín y al cabo, no es el niño el que enferma si no que es la familia quien enferma según una reciente visión filosófica.
   Si un niño tiene una situación terminal los padres pueden decidir que las últimas etapas las pase en el hospital o en su casa. Al menos en la infancia, cada vez más, la tendencia es hacerlo en casa, aunque pueda ingresar puntualmente por situaciones determinadas. Al menos desde el punto de vista del niño, esto es lo conveniente y es lo que desea habitualmente si tiene suficiente maduración y consciencia. Las dificultades son muchas, pero poco a poco los medios son mejores en nuestras sociedades desarrolladas, lo que redunda en beneficio del niño y de la familia en estos momentos.
   En las grandes ciudades son posibles unos cuidados paliativos reglados. En las pequeñas y en el ambiente rural es más común que sea el propio Médico o Pediatra quien asuma estos cuidados. Aún no es posible la equidad pero lo será. Sea como sea, la prioridad es el niño sin descuidar la familia y sus necesarios apoyos y descansos.
   ¿Seguimos el ejemplo de Berlanga.

 "http://www.youtube.com/v/e4eMDXzGa3Y?fs=1&hl=es_ES&rel=0"

¿Que pasó con la Yamaha?

   Empiezo por el final: Se la vendí a una persona que quería subir de categoría ruedil. Se movía por las carreteras del extrarradio y con la Vespa que tenía no se sentía dominante, ¿dominante?, si, dominante. No es que el que va en moto se crea superior a nadie, pero es muy conveniente tener la posibilidad de ir por delante, o si quereis, por detrás, pero no en medio. Cuando vamos en coche nos sorprende que si estabamos en compañia de otras dos o tres motos en el semáforo, al ponerse verde, ya están por delante de nosotros como si el tráfico diario fuera una carrera de "tonto el último". No es así habitualmente. Siempre puede haber algún "tonto más rápido", pero en general el motero se siente inseguro rodeado de hierros alrededor que te pueden hacer mucha pupa. Para eso es útil esa viveza que tienen las motos: Son ligeras para su motor, es decir, la relación peso/potencia es muy favorable en las motos.
   Para el que no lo comprenda pondré un ejemplo: La Yamaha tiene aproximadamente 60 CV para un peso aproximado de 240 kg y un coche medio tiene 120 CV para un peso tipo de 1.200 Kg:
Peso/potencia de la moto=240/60=4Kg/CV.
Peso/potencia del coche=1.200/120=10kg/CV.
   Cada CV de la moto tiene que arrastrar menos peso (4) que un coche (10) y por tanto se deduce que puede acelerar más facilmente. Es una virtud de las motos, no un defecto como creen algunos, que piensan que un señor con casco y ruedas es un loco.
   Algunos ayuntamientos han pensado como separar en cierta forma un tráfico y otro y por eso en los semáforos han puesto una zona reservada para las motos delante de los coches, que no siempre se respeta, pero que tiene muy buena intención: Las motos arrancarán primero y se alejarán y los coches, detrás, iran a su propio ritmo.

lunes, 18 de octubre de 2010

Otra lección

   Se acabo el fín de semana y mañana hay que trabajar. La realidad se impone y hay que olvidar lo bueno (hoy he hecho un curso de conducción de coches en el Jarama, ya hablaremos de coches).
   Hoy la palabra es banco, ¿que banco?
BANCO (del germ. bank). Mueble o establecimiento. De arterias, huesos, ojos, piel, de procedencia de cadaveres, para mantenerlos aptos para usos quirúrgicos (injertos). De sangre: Provisión de sangre, que ya clasificada por grupos, se conserva por un tiempo en los grandes centros quirúrgicos para facilitar la práctica inmediata de la transfusión sanguínea.
   Las llamadas de atención por megafonía en el gran hospital, reclamando la ración diaria de sangre, pueden recordar a la seducción del vampiro, pero en este caso uno pone el cuello (metaforicamente) con mucho gusto,... Hoy por ti, mañana por mi, que en la arriesgada vida de un motero es un punto.
   Aquí tambien se impone la exclusividad. Si tienes A+, eres del montón. Si tienes 0-, eres el deseado, vales "pa to". Otros grupos y eres el "rarito". Quien tiene una vena tiene un tesoro..., que otros te agradecerán.

Otras motos mientras conseguía una que me gustara

   Trás muchos km de placer, llego el momento que teme todo motero ¡traspasar tu preciada posesión!
   Los motivos pueden ser muy variados: Deseo de cambio y probar nuevas cosas, causas económicas, cambio de estado civil (cuantos solteros cuando se casan venden su moto, cuantos casados cuando tienen un hijo cobran "cordura"), comprender que no es lo tuyo, etc.
   Mi transalp se traslado a Tomelloso en Ciudad Real a los cuidados de un motero que vino a por ella. Adios.
   Los que siguen con la manía a veces tienen intermedios, entre moto y moto, plenos de nuevas experiencias con otros amores: Si tenías japonesa, quieres probar alemana, si tenías alemana, quieres una italiana, o una coreana o incluso americana...., que no se mosqueén las chicas, porque todos sabemos a que nos referimos.
Yo tuve algunos idilios: una R90 impecable pero ya mayor, una vespa 150, una 750 custom, etc., pero no cuajaron.
   Trás un tiempo cai en los hierros de una Yamaha 600 Diversión de un amigo. Verde bonita y ¡tetracilíndrica!. Muy suave, contenida de potencia, muy facil de conducir, minimo mantenimiento, consumo razonable y cuando quería, solo tenía que roscar el puño, y a disfrutar. Nunca fue salvaje, siempre era dócil.
Os muestro alguna imagen: